jueves, 25 de febrero de 2010

De ahora en más pensá las cosas antes de decirlas, y más antes de hacerlas, aunque sea una vez en tu vida no seas tan gil ¿dale?

Meditación

Nunca te preguntes "¿por qué?"...

El "¿para qué?" es más útil.

lunes, 22 de febrero de 2010

Y no digan que no se los dije...

Si, cambié (de nuevo) el formato. Éste pinta para quedarse eh, miren que tiene toda la onda.




Enganchado a tí...(8)

sábado, 20 de febrero de 2010

Seremos eternos

Te he visto salir
A horas trasnochadas
Cuando el Sol a su morada
Regresa hecho silencio
Cuando la Luna y su oscuro reflejo
Te invitan a compartir
Lo tenue de su mirada
Al verte partir no paro de pensar
Que sabio destino te llevará
A enfrentar a todo y a todos
Como el Ángel de la voracidad
Ese que es incapaz de dar paso firme
A ese que llamas compañero, amigo y confidente
Ese que enmarca tus fuentes, tus raíces, tu animal interno
Tu instinto más primario y salvaje,
Ése, al que le trato de escapar.
Cuando te veo regresar al alba me pregunto:
¿A cuál de ti me enfrentaré?
¿A la insaciable, salvaje y acordonada,
a la que regresa sin recordar nada
a la que todo yerra, y luego pidiéndome perdón lo repara?
¿O a la distante, típica y sobrante
que vuelve con sus egos marcados en la carne
y que es, un corazón errante?
No importa el quién, importa el cómo,
Importa saber, de que somos todos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Roberto Begnini

Quiero hacer un breve paréntesis con relación a la economía divina.
Nuestro Señor, creo, podía habernos ayudado desde el principio. Yo creo en él, porque nunca se sabe. Total si existe, existe, y si no existe, no jode. Pero si existe, digo: somos cinco mil millones de personas ¡con todos los planetas que hay tenía que meternos a todos en éste! Es como si un padre tuviera veinte hijos y un edificio de cincuenta pisos y decidiera encerrarlos a todos en el garaje. ¿De qué estamos hablando? Nos tendría que haber ubicado un poco mejor.
Pero no, Nuestro Señor es un capitalista, y todos estos planetas son un abuso. Pura especulación planetaria. De hecho, cuando Galileo los
descubrió, el Papa lo hizo arrestar enseguida. Lo hizo pasar por idiota y le dijo: "¿Cómo es ése asunto de que la Tierra gira?". Galileo dijo: "Es la Tierra la que gira alrededor del Sol, y no como dicen ustedes". Entonces el Papa dijo: "¿Pero éste es idiota? ¿Vieron alguna vez una casa girar alrededor de la estufa?".
Naturalmente, además de crear a los hombres, Dios ha construido a los animales, los vegetales y los minerales: un quilombo tan grande que ya no se entiende nada. Pero cuando los hombres se enojan, viene el diluvio universal. Después, Noé tiene tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Los tres son hombres y dan lugar a las distintas razas. Al rato, Dios lo llama a Moisés y le dice cuáles son las cosas que se pueden hacer y cuáles las no. Las cosas que se deben hacer son los diez mandamientos; las que no se deben hacer son los siete pecados capitales. Ahora bien, yo estudie bien esos siete pecados capitales y son las cosas más abominables del mundo. Y Dios las hace todas. La soberbia, por ejemplo: si hay alguien soberbio, ése es Él, el ser perfectísimo, poderosísimo, presentísimo. "Comparado conmigo", dice, "Nembo Kid es un imbécil y a Buda lo saco de taquito".
Hace falta un poco más de humildad. El mismo nombre Dios. Hubiese elegido un nombre más humilde. Hubiese dicho: "Soy Guido, no habrá otro Guido más que yo". O sino: "Ayúdense entre ustedes, que Guido los ayuda a todos". O "Llueve porque Guido quiere". Si fuese más humilde sería más simpático.
La ira: no hay nadie que se enoje más que él. ¿Adán y Eva arrancaron una manzana? Madre mía, se enojó como un loco. "¡Fuera! ¡Tú trabajarás con el sudor de tu frente! ¡Tú parirás con dolor! ¡Fuera!". Una manzana yo me la pago, no hay porque enojarse de esa manera. Está bien, incluso admito que uno se puede enojar por una manzana, pero después se le pasa. ¡Ah! No, a Él no se le pasó. Van dos millones de años y nos seguimos bautizando por culpa de esa manzana.
La lujuria: no quiero entrar en asuntos privados, pero somos todos hijos suyos, ¿o no? Somos cinco mil millones de personas, ¿o no? La avaricia: no hay nadie más avaro que Él. Al pueblo elegido -los judíos- les prometió un pedazo de tierra hace dos millones de años. "Si, aquella tierra se las prometí, pero nunca dije que se las iba a dar". ¿O sí? Los diez mandamientos. Ésa si era una buena idea. Sólo que los hizo a favor del rico. Convengamos que es más fácil ir al infierno para los pobres que para los ricos. Por ejemplo, a Agnelli, el dueño de la Fiat, con todo el dinero que le han dejado, le dicen: "Honra al padre y a la madre" ¿Y que va a decir? "Gracias madre, gracias padre. Cuando mueran agarro todo yo". O no desear las cosas de los demás. También es algo muy fácil para Agnelli, porque si todo es suyo ¿qué va a desear? En suma: Nuestro Señor debería ocuparse un poco más de los problemas del proletariado. Porque nuestro creador consiguió que nos insertáramos en el mundo moderno de manera homogénea. Él podría conseguir enseguida que estuviéramos mejor. Tomemos los inventos, por ejemplo. ¿Por qué no nos hizo descubrir enseguida la calefacción, evitando que mil millones de personas murieran de frío en el pasado? ¿No podía? Creó a Adán, tomó una costilla suya e hizo a Eva. O sea, que bien podía agarrar, no sé, una oreja de Eva y hacer una estufa. Así quedaban los hombres con una costilla menos y las mujeres sin una oreja, y aunque hubiese hecho falta gritar un poco, habríamos estado un poco mejor, ¿no? Durante siglos se comió carne cruda y hubo miles de virus. ¿No podía ayudarnos a descubrir antes la penicilina y los antibióticos? No, prefirió esconderlos en los hongos. Y eso es tener una mentalidad de revista de crucigramas. ¿A quién se le ocurre ir a buscar los antibióticos en los hongos? Hay gente que los buscó durante toda su vida y no los pudo encontrar.
Es como si yo les escondiera el jabón a mis hijos: van a lavarse, no lo encuentran, entonces se agarran tifus y cólera, y se mueren. Al final, para divertirme, les digo: "¿Saben a dónde había metido el jabón? Debajo de la toalla, ja, ja, ja". Pero ellos ya están muertos. Entonces, ¿qué nos quiere decir con eso? Nos quiere decir: "Soy Dios y me cago en ustedes".

viernes, 12 de febrero de 2010

Velas.

Si, cambié el formato del blog. Es un poco femenino, pero como lo elegí por azar mucha culpa no me da.
Esperemos encontrar uno mejor para subir, y que quede, y que dure. A éste no le veo mucho futuro.


También podría haberla etiquetado como "Cambio", pero ni ganas.


Saludines a todos.

El gran verano (Parte I)

Todo era distinto cuando era pequeño.
Los colores tenían aromas, los aromas tenían peso, pesaban en mis manos mientras me los llevaba hacia la nariz.
Todos los sabores eran nuevos, todos los días.
Cada porción de vida me colmaba, las flores sonreían si las acariciaba y los animales reían a carcajadas con mis chistes.
El mundo entero estaba dividido en tres:
“El enorme mundo de los aún más enormes gigantes”: atiborrado de colosales seres, capaces de levantarme con una sola mano y cubrirme del frío con la otra.
“El minúsculo mundo de los enanos”: A éste mundo pertenecía yo, y como yo, había cientos más, a todos nos mandaban a una ciudad durante varias horas, todos los días, y éramos cuidados por gigantes.
“El misterioso mundo de lo misterioso”: Lo que había en éste mundo, era todo un misterio.
En nuestro mundo habían y sucedían cosas extrañas…
Al menos, una vez por semana caían mares desde el cielo, mares que inundaban los infinitos caminos que usaban los gigantes. Ésos mares que caían en realidad eran una señora, y la llamaban ““Lluvia””.
Había robots inmensos, con ruedas aún más grandes (aunque no todos tenían ruedas) que viajaban a una velocidad increíble. Algunos tenían ruedas, otros no, otros tenían alas, y podían volar, se elevaban hacia el cielo y se decía que podían viajar a través del universo. Otros viajaban por mar, pero éstos eran más lentos, aunque eran los más grandes de todos, y todos eran usados como transporte por esos titanes.
En esa época, yo vivía en un castillo, un enorme castillo.
Ahí vivía con la reina y con una princesa.
La reina tenía superpoderes, cuando me atacaban los monstruos que vivían en el castillo, ella venía y me abrazaba, y con una sola mirada asustaba a todos las bestias y se iban, y me dejaban dormir. También tenia el superpoder de hacer la comida más deliciosa del mundo.
La princesa también tenía superpoderes, podía hacerme dormir simplemente conjurando unas palabras mágicas en mi oído, palabras que hoy no recuerdo muy bien. Además de eso, podía hacerme viajar a los lugares más remotos del mundo, dar la vuelta al mundo en tan solo unos pocos días, viajar a otros planetas, surcar los 7 mares, e incluso viajar muchas leguas hacia el fondo del mar. Todo con leerme una caja llena de símbolos.
Inclusive recuerdo, que también había un hombre misterioso, que venía seguido, pero nunca entraba… lo llamé:
“El misterioso hombre de los tres timbres”
Le puse así, porque cada vez que venía hacía resonar tres veces la campana del castillo, la soga de la cual había que tirar para que suene la campana era casi tan alta como el castillo, y gruesa como si dos colosos se abrazaran, pero el Misterioso Hombre de los Tres Timbres era muy, muy fuerte, y podía hacerla sonar no una, sino tres veces.

Una vez, estaba caminando por mi habitación buscando a Doris, y de repente suena la campana…

“Clan… clan… clan…”

jueves, 11 de febrero de 2010

Superarse

Corre niño, corre
Que tus alas te han cortado
Te han encadenado en una jaula sin paredes
Creen que no puedes, porque ya no lo intentas
Dicen que no sabes
Porque ya lo has intentado, demasiadas veces.
Siente niño, siente
La brisa en tu rostro
Y el aroma florecido del jardín
Siénteme a mí y escucha tu voz interior,
Puedes salir, debes salir
El diablo tiene mil tentaciones
Pero solo una le basta para hacerte caer.
Vete niño, vete
Que ya has sufrido demasiado
Ya la has peleado y has ganado, finalmente
Pero no te fíes de la hermosa, libertad
Que así como te ha liberado
Te puede volver, a enjaular.
Vuela niño, vuela
Que tus alas has recuperado
Que tu vida has empezado
Que tu ansia has calmado
Vuela, vuela, vuela desde aquí
Vuela, vuela, vuela hacia el fin.

Y un día, se me ocurrió crear un blog.

No sé por qué, pero tenía ganas de tener uno, "por si las moscas, ¿vió?".

Supongo que al principio será bastante catártico, manejando un poco de humor (preferentemente negro y ruin)y mucho sarcasmo e ironía, también tendrá una dosis razonable de psicosis y esquizofrenia.



Bueno, espero disfruten leyendo (o no) éste que es mi espacio, por ahora titulado "Reir para no morir", porque es algo que pienso adoptar de ahora en más.






Andrés~