jueves, 9 de octubre de 2014

Alcohol

Tomo para olvidar que no puedo cambiar nada
Y tomo porque tomando anestesio un poco cosas que tengo
Tomo porque soy un cobarde que se rindió, que bajó los brazos.
Tomo porque temo
Porque no sé hacer otra cosa
Porque no puedo escapar
Entonces me escondo
En la bebida
Tomo para que la presencia de mis muertos no me afecte tanto
Tomo para estar con ellos un ratito, nomás
Tomo porque es cómodo
Tomo porque está a mi alcance
Tomo por la inevitabilidad de la muerte que me espera
Tomo por costumbre
Tomo porque estoy feliz
Y porque estoy triste
Tomo cuando quiero estar feliz
Y cuando quiero estar triste
Brindo por los que están
Cuando están
Y por los que no están
Cuando sé que siempre van a estar
Tomo porque es la única manera que tengo de rencontrarme conmigo mismo
Tomo y me anestesio
Para no pegarme un tiro
Alivio el dolor
No...
No lo alivio
Lo duermo
Un ratito
Lo dejo descansar
Lo acuno, suavemente
Le canto una canción
Con olor a ron barato y tequila
Y se duerme
Sólo un ratito
Tomo porque estoy loco
Y estoy loco porque estoy solo
Y estoy solo, sólo por loco
Tomo porque no me creo nada
De lo que veo
Y si no veo, mejor
Pero siempre veo
Tomo porque odio
Tomo porque ME odio
Por culpa
Por no pegarme
Porque los golpes dejan marcas
Y las marcas generan preguntas
Entonces me lastimo
Donde no se ve
Ahí adentro
Donde no entra nadie
Donde no quiere entrar nadie
Entonces no se ve
Y nadie pregunta
Y sigo sonriendo.
Porque es lo que soy
Una cara
Una mentira
Una sonrisa
Un vaso de ron
Una lágrima
Tomo porque estoy muerto
Tomo, para olvidar que estoy muerto
Y caminar entre ustedes
¿Qué es el alcohol para mi?
Veneno.
Y si es veneno, ¿por qué lo tomo?

Porque hay cosas dentro mío que necesito matar.

domingo, 26 de enero de 2014

Andrés estaba feliz

Andrés estaba feliz. Le sucedía cada inicio de la primavera, cuando los días eran cálidos y anochecía mas tarde. No tenía lo que quería pero si lo que necesitaba, aunque también podría tenerlo, Andrés se conformaba con mirar la puesta de sol desde su casa en las afueras de la ciudad y compartir largas charlas recordando aventuras y vivezas junto a sus amigos, donde siempre el protagonista era él gracias a su audacia, carisma y su energía.
Pero también sucedía que por primera vez en mucho tiempo las agujas del reloj corrían a su favor y la suerte estaba de su lado: había pegado un laburo bárbaro donde encima de trabajar seis horas, le gustaba y su galgo había tenido cinco pequeños galguitos que correteaban por el patio y le daban vida a su jardín. ¿Qué le podía salir mal si sus energías se canalizaban en vivir día a día?. La vida de Andrés no era fácil, pero paso a pasito lograba dejar sus crisis atrás y veía sus metas tan cercanas que se levantaba cada día para poder alcanzarlas.

Y por supuesto, todo eso pasaba cada inicio de la primavera.


-G.