viernes, 19 de octubre de 2012

You must.

Esperá, pero no pares. Avanzá, pero no te apures. La frente en alto, pero con los pies en el suelo. No desesperes, tiempo al tiempo. Caminá, y si el camino duele, no pares, confiá en tus piernas. La única persona que no puede ni debe defraudarte, sos vos. Vos. Vos y tu alma. Vos y tus piernas. Vos y vos, solos en el camino. Solos y acompañados. Mirados, observados, vigilados.
-Me duelen las piernas.
-Si te detenés, te van a doler más.
-¿Por qué?
-Porque si te detenés, el dolor físico se va, pero el camino se va a hacer más largo. Y tedioso. Por eso, no pares, ni para descansar.

viernes, 5 de octubre de 2012

Alma meditabunda #2

Cuando tenés lo que querés pero no lo que necesitas, cuando estás tan arriba que ya no podés bajar, cuando aunque ganes la carrera te estrellas en la meta, en esos días de caída eterna, cuando los días cortos se hacen largos, y los días largos se hacen aún más largos, y parecen semanas, y parecen meses, en esos días a contramano, donde todo lo que sabes no es lo que ellos suponen, y lo que ellos saben no es lo que vos supones, deberías reconsiderar tu mirada sobre el mundo, que no todo es malo, que no todo es bueno, pero aún así debes hacer algo por él.